La Directiva (UE) 2019/904 del Parlamento y del Consejo, de 5 de junio de 2019, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente (Directiva SUP) estableció que las botellas de plástico de PET debían incorporar un 25% de plástico reciclado en 2025 y un 30% en 2030.
Para definir cómo deben alcanzarse los objetivos mencionados, la Comisión ha adoptado un enfoque en dos fases: en 2023, aprobó la Decisión de ejecución (UE) 2023/2683, de 30 de noviembre. Esta normativa se ceñía al reciclado mecánico de PET, pues consideraba que el plástico obtenido mediante tecnologías de reciclado químico no se puede distinguir del material virgen. No obstante, anuncia que en un futuro se elaboraría una modificación de esta normativa.
Ahora, la Comisión ha presentado un proyecto de nueva normativa que incorpora por primera vez la posibilidad de emplear la tecnología de reciclaje químico para incorporar plástico reciclado en botellas computable para cumplir con la Directiva SUP.
La metodología para calcular este contenido se basa en la norma de asignación denominada “exclusión del uso como combustible”, lo que significa que los residuos utilizados para la producción de combustibles o para la valorización energética no pueden contabilizarse como contenido reciclado, de acuerdo con la definición de “reciclado” establecida en la Directiva Marco de Residuos.
Esta propuesta normativa también resulta novedosa al imponer requisitos menos estrictos para las pequeñas y medianas empresas (pymes), que solo deberán someterse a una verificación cada tres años.
Aunque esta metodología de cálculo solo se establece en relación con las botellas afectadas por la Directiva SUP, se espera que sirva como modelo para futuras normas sobre contenido reciclado en otros sectores, como el de envases, automoción y textiles.
Se puede consultar el texto del proyecto y presentar comentarios hasta el 19 de agosto: European Commission – Have your say